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domingo, 1 de noviembre de 2015

Tema 3-3 Esferas clestes Entrada nº 16


TEMA 3- Aptdº.3  -ESFERAS CELESTES Y CRONOLOGÍA – AÑOS - MESES

A la vez que todo lo expuesto hasta ahora sucedía, hombres de gran agudeza e ingenio, observaban y escrutaban los Cielos. Lo que veían era infinidad de luces iluminándolo en la noche. Unas cambiaban visiblemente de posición de un día para otro, especialmente el Sol, que lo hacía diariamente, marcando la sucesión de los días y las noches. El movimiento de la luna, también lo podíamos apreciar con nitidez, pero en períodos algo más largos.
 Otras luminarias celestes, lo hacían en tiempos mayores. Eran las estrellas de la cúpula o esfera celeste. Algunas de ellas formaban agrupaciones de estrellas, que dibujando formas llamativas nos sugerían figuras de nuestro mundo. Se les llamó constelaciones y a las figuras que formaban se les llamaron los “signos del Zodiaco, o zodiacales”. Estas estrellas no aparentaban moverse unas respecto a otras sobre su fondo estelar, llamado Cúpula Estelar o Esfera de las estrellas fijas. Pero la paciencia de los observadores, descubrió que también esta cúpula giraba alrededor de la tierra  a lo largo de lo que vino a ser 1 año. Así se pudo confeccionar un mapa del cielo, que nos orientaba respecto a nuestra posición en la tierra o en el mar según la época del año. Todos estos movimientos eran periódicos y casi siempre de Este a Oeste (La Luna lo hacía de Oeste a Este). Esta periodicidad ya era un indicador del paso del tiempo. Era el primer eslabón que nos permitiría  dividir el tiempo “Cronos” en períodos diferentes.                                                                                                                             A otros astros, se les veían moverse unas veces  hacia el Este y otras hacia el Oeste, en circunvalaciones aparentemente erráticas. Por ello se les llamó “Planetas”, palabra que viene del Griego “Planete” que significa “Errante o Vagabundo”.
Se pensó, que la tierra era el centro del universo y todos los astros, antedichos, giraban alrededor de ella, situados, cada cual, en distintas esferas.
Tenemos pues el primero y más simple modelo de universo, formado por esferas concéntricas girando alrededor de La Tierra, en las que estaban incrustados los distintos astros.                                                                                                                    
Las describimos a continuación.

Fig:3-7/Tema 3-3


El Disco Tierra Fijo, estaba rodeado por Esferas cristalinas, sólidas y transparentes. Esto presuponía que ningún objeto celeste podía pasar de una esfera a otra. Es decir, que entre esfera y esfera no había nada. Era el vacío absoluto, si bien había quien pensaba que estaba lleno de una substancia misteriosa y rígida, impenetrable, que lo llenaba todo y que llamaron “éter”.                                                                                    Éste era el Orden establecido por Dios en su creación del Universo. Así se creía y así se aceptaba.                                         
 En la la 1ª Esfera y más cercana, estaba La Luna, moviéndose de Oeste a Este y dando una circunvalación completa a La Tierra cada 28 días. Pronto se supo que su luz no era propia, sino que procedía del reflejo de la luz del Sol, el cual, como todas las estrellas, tenía luz propia. Evidentemente se encontraba más cerca de la tierra que el Sol, ya que ella, periódicamente, se colocaba entre la Tierra y el Sol proyectando su sombra sobre La Tierra y dando lugar a los “Eclipses”, conocidos desde la más remota antigüedad. Ya desde muy antiguo se conocían, por lo que se podían predecir, los periodos de repetición de este fenómeno motivado por la alineación circunstancial, tierra-luna-sol. Los Sabios y/o Sacerdotes que lo sabían, no precisamente los usaron siempre para el bien, sino para hacer pronósticos que para el vulgo eran Milagros y que ellos vendían como “Posesión de Poderes Sobrenaturales”.  Se sirvieron de este conocimiento, una vez más, para el sometimiento del pueblo a sus fines (generalmente perversos). Su predicción, era un poder que relacionaba todo tipo de acontecimientos, sucedidos y por suceder. Era el poder divino de Los Sacerdotes. Mediante ellos, se daban las explicaciones que convenían, sobre los hechos sucedidos o futuros.

Anexo: Estos conocimientos dieron lugar a los “oráculos adivinatorios, como el de Delfos en la antigua Grecia, manipulado por los sacerdotes, que representaban una verdadera farsa. A ellos acudía la gente ingenua, para hacer todo tipo de preguntas sobre, su vida o sus antepasados. A ellas se les daba la respuesta, conveniente elegida y manipulada por el sacerdote de turno. Así, éstos, se enteraban de todos los secretos y sentimientos del pueblo llano. Era una de las primeras formas de manipulación y engaño, que se han prodigado hasta nuestros días, en que sigue produciéndose, pero todavía con una dimensión enormemente mayor. 
                                                                                                                                    Se sabía que el giro completo de la luna alrededor de la tierra duraba 28 días, observando que su disco, iba cambiando de tamaño. Desde una circunferencia perfecta hasta no verse. Durante este trayecto podíamos ver las fases o partes visibles de ella. Se dividieron en 4 ciclos llamados:
Luna llena, o disco completo;                                                                               
Cuarto menguante, o ciclo de disminución del tamaño del disco;            
Luna nueva, no visible;                                                                                           
Cuarto creciente, o disco visible aumentando de tamaño. Y así, hasta volver a ser luna llena.                                                                                              
Estos 4 ciclos determinaron la Semana de 7 días, que por 4, hacían los 28 días del giro completo. Estos 28 días determinaron 1 mes. Teníamos pues una muy buena referencia para dividir el tiempo en partes bien definidas.

Nota: los espacios de tiempo aludidos, semana, mes, año etc. No eran exactos, pero se tuvieron que hacer así, por la imposibilidad de tener en cuenta sus inexactitudes. Ya sabemos que cada determinado número de años, se hace un reajuste de los relojes mundiales, para tratar de ajustar en lo posible el tiempo real astronómico, con el cronológico usado por el hombre.

Esquema Fig.3-8


En la 2ª esfera estaba El Sol, con su movimiento diario de Este a Oeste, en relación al observador terrestre, reproduciendo los días y las noches, así como los años y estaciones según veremos luego. Era bien conocido que su órbita era diferente en las distintas épocas del año. El frío venía cuando el Sol estaba más bajo en el horizonte (invierno)  y el calor cuando este estaba más alto (verano),  alternándose este fenómeno periódicamente y de forma continua a lo largo del año. Se creía, no sin lógica, que la época calurosa se debía a que el Sol se encontraba más cerca de La Tierra, calentándola por tanto más y la época fría se debía a su mayor lejanía, calentándola por ello menos. Siglos después se sabría que esto no era así, sino todo lo contrario. No obstante, si se pensaba que el sol giraba alrededor de la tierra en órbitas circulares, deberíamos pensar que lo hacía en distintos círculos según la época (Verano o invierno). Es decir, con un radio menor en verano y uno mayor en invierno. De lo contrario, la lógica nos diría que invierno y verano serían iguales. No habría estaciones.                                            
Vamos en la figura 3-9  una sencilla posible explicación del fenómeno de las estaciones del año.


La innegable importancia del Sol para la vida, fue motivo suficiente para que fuera considerado un verdadero dios. Dios del calor y de la vida. Tubo distintos nombres según las culturas. “RA”, “ATÖN” en la egipcia. HELIOS, en la griega. Hijo de Zeus, quien era el padre de todos los dioses.

En la 3ª esfera estaban los cuerpos que no tenían una trayectoria regular y definida. Se les llamó “Planetas” (Errantes) cuyo movimiento irregular fue el gran quebradero de cabeza de los astrónomos, pues se movían unas veces a derechas y otras a izquierdas.                                                                             
La Teoría “Geo-Helio Céntrica” de Tycho Brahe dio explicación a este fenómeno. Dicha teoría fue plagiada por Tycho descaradamente y bajo engaño, del alemán Paul Wittich.

La recordamos aquí del tema 3-1  - Fig 3-1


 
La nueva teoría Helio-céntrica de Copérnico/Kepler, lo explicaría con claridad. (Los tres eminentes astrónomos citados, fueron coetáneos).
Ya mucho antes, como ya expusimos en tema-2-3, Ptolomeo dio una explicación de este hecho bastante plausible, con su teoría de los epiciclos. Tanto, que es la que prevaleció hasta los siglos XVI y XVII.

La recordamos aquí: Fig. 2-7



En esta ingeniosa teoría, los planetas giraban alrededor de unos hipotéticos centros, realizando circunvalaciones que hacía verlos ir tanto a derechas como a izquierdas. A la vez, estos centros lo giraban alrededor de la tierra.
Los planetas conocidos entonces eran 5: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Los demás fueron descubiertos siglos después. Su observación era posible por la luz reflejada del sol. No tenían luz propia. Cada uno de ellos, fue asociado a una deidad, con sus poderes particulares. Todavía no existía el concepto monoteísta o de Dios único.                                                                                                                          Mercurio representaba la sabiduría, la fogosidad y la lascivia. Mesajero de Zeus, su padre.                                                                                                                          Venus era la belleza, por su luminosidad, representada por su hija Afrodita, diosa del amor.                                                                                                                                   La Tierra, madre de todos los dioses. Se le llamó Gaia, o ser con vida propia. También se llamó Pangea que significa continente único.                                                                Marte, o planeta rojo, dios de la guerra.                                                                 Júpiter, por su tamaño, fue asociado al mismísimo Zeus, o dios máximo.                         Saturno o Cronos. Dueño del tiempo y por tanto del paso de la vida hasta su destrucción. Se le consideraba el devorador de sus propios hijos

En la 4ª Esfera estaban los objetos de movimiento lento y extraordinariamente lejanos, llamados Estrellas, (stelle-estelar etc.) que tenían luz propia y formaban grupos, más o menos densos llamados “Constelaciones”.                                                                  Esta esfera constituye la cúpula celeste.                                                                       Pronto observaron nuestros ancestros, que determinados grupos de estrellas, formaban figuras que nos recordaban cosas terrestres de nuestra vida habitual. Esta circunstancia, confería una gran importancia a nuestra ubicación terrestre en relación al cielo. Dado que desde nuestra perspectiva terrestre, veíamos a estas figuras girar en torno a la tierra a lo largo del tiempo, hasta desaparecer y volver a aparecer de nuevo. Y así ciclo tras ciclo. Este tiempo determinaba una unidad de medida temporal: Un “año”. Transcurrido éste, volvíamos a tener las mismas figuras, constelaciones, a la vista.                                                                                                                                                  A cada una de estas constelaciones se les asignó el nombre de la figura que nos sugería y que constituyeron lo que se llamó “Signos Zodiacales” o popularmente “El Zodiaco”. El primer grupo que se definió en la antigüedad, lo constituían 12 constelaciones a las que se les dio un nombre concreto, según la figura que representaban.                                           
Estas 12 constelaciones estaban repartidas en la gran esfera del cielo, aproximadamente a distancias de 1/12 (un doceavo) de la circunferencia completa de la cúpula estelar. Ya teníamos una referencia para dividir una vuelta completa, o año, en 12 partes que serían los meses. Hoy son 12 meses, pro no siempre fue así. Los romanos por ejemplo, al principio del imperio, dividían el año en 10 meses. Luego añadieron dos más, que son los que perduran en la actualidad. Tengamos en cuenta que las divisiones de los ciclos estelares fueron aleatorias, según civilizaciones, hasta llegar a los calendarios actuales. De todas formas un año seguía siendo un año y un día seguía siendo un día. Veamos un simple esquema que nos da una comprensión, aunque somera, sobre lo dicho.
Fig.3-10


Los 12 signos del zodiaco nos determinan pues, 12 espacios de tiempo que conforman 1 año. Esto es así porque vemos que si enfrente de nuestra observación a la misma hora de cada noche vemos Aries, éste se irá desplazando poco a poco hacia el Oeste a lo largo de los días. Cada día  irá entrando en nuestro campo visual Tauro y luego Géminis…y así sucesivamente hasta que Aries desaparezca de nuestra visión y vuelva a aparecer por el este, transcurrido medio año (ciclo repetitivo). Cuando lo tengamos de nuevo en frente de nuestro campo de observación, habrá transcurrido un período que hoy designamos como 1 año.                                                                                  Así podremos perfectamente configurar un mapa de 1/12 partes del año, es dcir, 12 meses, en cada uno de los cuales tendremos delante de nuestro campo de visión una Constelación diferente. (Los meses, en realidad, no serán iguales, ya que tampoco las distancias angulares de las Constelaciones lo son).


NOTA: Nada en la naturaleza se mueve con parámetros exactos, según nuestras actuales matemáticas. Quizá exista una matemática universal, que coincida más con las medidas y ciclos del universo. Sería interesante encontrar esta matemática astronómicamente exacta.

Las estrellas que conformaban estas figuras zodiacales, hoy sabemos que no pertenecen al mismo sistema estelar (Galaxia). No tienen relación unas con otras. Son proyecciones de nuestro campo visual sobre el fondo obscuro y fijo del Cielo. Son figuras  caprichosas y llamativas, que parecen estar ligadas entre sí, pero pertenecientes a sistemas estelares completamente diferentes.                                                                                          
En la figura anterior 3-10, vemos los nombres de las 12 constelaciones. Explicamos a continuación, las figuras que representaban.                                                                                        
Estas eran:  
ARIES: Forma de cabeza de carnero.                                                                   TAURO: Cabeza de toro.                                                                                       GÉMINIS: Gemelos.                                                                                         CÁNCER: Figura de cangrejo.                                                                                        LEO: Figura de león.                                                                                             VIRGO: Joven dama con espiga en mano                                                                    LIBRA: Forma de balanza.                                                                                 ESCORPIO: Forma de escorpión.                                                                      SAGITARIO: Centauro, mitad hombre, mitad caballo.                              CAPRICORNIO: Figura de cabra montesa.                                                      ACUARIO: Hombre vertiendo el agua de un cántaro.                                         PISCIS: Dos peces atados por la cola.

Hoy, estas figuras son sensiblemente diferentes a las de la antigüedad, pues sabemos ya mucho sobre los desplazamientos relativos de estas estrellas. Aún así, las seguimos conservando como referencias. Dichas referencias celestes dieron lugar a un conocimiento empírico (basado en la observación-no científica-) llamado “Astrología”. Según nuestras fechas de nacimiento u otros aspectos de nuestra vida, se podían sacar conclusiones respecto a nuestro carácter, porvenir y mucho más. Era un pozo de conocimiento sobre nosotros mismos, como personas y de los acontecimientos del mundo. En cierto modo era una fuente de conocimiento predictivo. Todavía y cada vez más, se apela a la astrología para conformar nuestros “horóscopos” o predicciones sobre nuestro destino.
Estas observaciones de los astrólogos, ayudaron de forma determinante al nacimiento de la “Astronomía” como ciencia (Observación + teoría).                                                                                                                          Con el tiempo, se fueron añadiendo otros conjuntos de figuras o constelaciones, como: Casiopea; Pegaso; Las Pléyades o siete hermanas, Las Osas, mayor y menor; Orión etc.                                                                                                                               Posteriormente, se descubriría, que las estrellas lejanas, eran en realidad cúmulos de millones de millones de estrellas que formaban conjuntos propios que se llamaron Galaxias. El Universo se iba expandiendo más y más, cuanto más lejos podíamos observarlo.
Volvemos a nuestras 12 constelaciones del Zodiaco.                                      
A pesar de que esta forma de medir el año en 12 partes (meses actuales), cada civilización a lo largo de la historia, ha medido los años, meses etc. de muy distintas maneras. Los años o meses no eran iguales en unas civilizaciones que en otras.
EJEMPLO: Los Romanos tenían 10 meses:
ENERO:                                                                                                                  Dedicado al dios JANO, representado por una cabeza con dos caras opuestas una a otra. La una miraba al año pasado (hacia atrás) y la otra al venidero (hacia adelante). También significaba la doble cara de la vida y la transición de un estado a otro en los aconteceres cotidianos.
FEBRERO:                                                                                                                 Viene de februarium, o purificación, palabra que procede del latín FEBRUO= purificar. El él, se celebraba la fiesta de la FEBRUA que eran unas tiras de cuero con las que se flagelaba a los penitentes para su purificación, especialmente a las mujeres, pues se creía que esto aumentaba su fertilidad.
MARZO:                                                                                                                        De latín MARCIUS = MARTE, dios romano de la guerra, al cual consagraron dicho mes.
ABRIL:                                                                                                                                Del latín APRIRE = ABRIR, ya que en él, la tierra empieza a abrirse y florecer, proporcionándonos los alimentos necesarios para vivir.
MAYO:                                                                                                                          De la diosa MAIA, la menor de la 7 hermanas PLÉYADES (Grupo de estrellas visibles a simple vista), hija de ATLAS y madre de HÉRCULES. En este mes se celebraban fiestas secretas en las que solo participaban mujeres y era dedicado a la fertilidad y la maternidad al igual que la tierra lo era en este fértil mes.
JUNIO:                                                                                                                            Mes de la diosa JUNO esposa de Júpiter. Representaba La maternidad y el matrimonio. Era la protectora de los novios, matrimonios, embarazos, partos y todo lo relacionado con la reproducción de la especie humana y la armonía de la familia.
SEPTIEMBRE:                                                                                                                    Del latín Sptem = 7. Era el mes séptimo del año. (Ahora es el 9º).
OCTUBRE: Procede del latín Octo =8= Octavo mes del año.(Ahora es el 10º).
NOVIEMBRE:                                                                                                               Del latín Novem = 9 = Noveno mes del año. (Ahora es el 11º).
DICIEMBRE:                                                                                                                     Del Latín Decem = 10 = Décimo mes del año. (Ahora es el 12º).
¿Por qué ahora tenemos 12 meses?:
JULIO:                                                                                                                                             Lo añadió Julio César, quizá el más grande emperador romano, para su gloria y recuerdo.
AGOSTO:                                                                                                                            Lo añadió César Augusto, sucesor del anterior y  para no ser menos.                         Así quedo el año de 12 meses que ha permanecido hasta la actualidad.
JULIO: Lo añadió “JULIO César el más grande emperador romano, para su gloria y recuerdo.
AGOSTO: Lo añadió “Cesar AUGUSTO” para no ser menos, y así quedo el año de 12 meses hasta la actualidad.

Fin del Tema 3-3 del:   ensayocosmologico.blospot.com


bayodjose@gmail.com   -   Entrada blog nº 16

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