TEMA 3- Aptdº.3 -ESFERAS
CELESTES Y CRONOLOGÍA – AÑOS - MESES
A
la vez que todo lo expuesto hasta ahora sucedía, hombres de gran agudeza e
ingenio, observaban y escrutaban los Cielos. Lo que veían era infinidad de
luces iluminándolo en la noche. Unas cambiaban visiblemente de posición de un
día para otro, especialmente el Sol, que lo hacía diariamente, marcando la
sucesión de los días y las noches. El movimiento de la luna, también lo
podíamos apreciar con nitidez, pero en períodos algo más largos.
Otras luminarias celestes, lo hacían en tiempos
mayores. Eran las estrellas de la cúpula o esfera celeste. Algunas de ellas
formaban agrupaciones de estrellas, que dibujando formas llamativas nos
sugerían figuras de nuestro mundo. Se les llamó constelaciones y a las figuras
que formaban se les llamaron los “signos del Zodiaco, o zodiacales”. Estas
estrellas no aparentaban moverse unas respecto a otras sobre su fondo estelar,
llamado Cúpula Estelar o Esfera de las estrellas fijas. Pero la paciencia de
los observadores, descubrió que también esta cúpula giraba alrededor de la
tierra a lo largo de lo que vino a ser 1
año. Así se pudo confeccionar un mapa del cielo, que nos orientaba respecto a
nuestra posición en la tierra o en el mar según la época del año. Todos estos
movimientos eran periódicos y casi siempre de Este a Oeste (La Luna lo hacía de
Oeste a Este). Esta periodicidad ya era un indicador del paso del tiempo. Era
el primer eslabón que nos permitiría
dividir el tiempo “Cronos” en períodos diferentes. A otros astros, se les veían moverse unas veces hacia el Este y otras hacia el Oeste, en
circunvalaciones aparentemente erráticas. Por ello se les llamó “Planetas”,
palabra que viene del Griego “Planete” que significa “Errante o Vagabundo”.
Se
pensó, que la tierra era el centro del universo y todos los astros, antedichos,
giraban alrededor de ella, situados, cada cual, en distintas esferas.
Tenemos
pues el primero y más simple modelo de universo, formado por
esferas concéntricas girando alrededor de La Tierra, en las que estaban
incrustados los distintos astros.
Las describimos a continuación.
Fig:3-7/Tema
3-3
El
Disco Tierra Fijo, estaba rodeado por
Esferas cristalinas, sólidas y transparentes. Esto presuponía que ningún
objeto celeste podía pasar de una esfera a otra. Es decir, que entre esfera y
esfera no había nada. Era el vacío absoluto, si bien había quien pensaba que
estaba lleno de una substancia misteriosa y rígida, impenetrable, que lo llenaba
todo y que llamaron “éter”. Éste
era el Orden establecido por Dios en su creación del Universo. Así se creía y
así se aceptaba.
En la la 1ª Esfera y más cercana, estaba La Luna, moviéndose de Oeste a
Este y dando una circunvalación completa a La Tierra cada 28 días. Pronto se
supo que su luz no era propia, sino que procedía del reflejo de la luz del Sol,
el cual, como todas las estrellas, tenía luz propia. Evidentemente se
encontraba más cerca de la tierra que el Sol, ya que ella, periódicamente, se
colocaba entre la Tierra y el Sol proyectando su sombra sobre La Tierra y dando
lugar a los “Eclipses”, conocidos desde la más remota antigüedad. Ya desde muy
antiguo se conocían, por lo que se podían predecir, los periodos de repetición
de este fenómeno motivado por la alineación circunstancial, tierra-luna-sol.
Los Sabios y/o Sacerdotes que lo sabían, no precisamente los usaron siempre
para el bien, sino para hacer pronósticos que para el vulgo eran Milagros y que
ellos vendían como “Posesión de Poderes Sobrenaturales”. Se sirvieron de este conocimiento, una vez
más, para el sometimiento del pueblo a sus fines (generalmente perversos). Su
predicción, era un poder que relacionaba todo tipo de acontecimientos,
sucedidos y por suceder. Era el poder divino de Los Sacerdotes. Mediante ellos,
se daban las explicaciones que convenían, sobre los hechos sucedidos o futuros.
Anexo: Estos conocimientos dieron lugar a los “oráculos adivinatorios,
como el de Delfos en la antigua Grecia, manipulado por los sacerdotes, que
representaban una verdadera farsa. A ellos acudía la gente ingenua, para hacer
todo tipo de preguntas sobre, su vida o sus antepasados. A ellas se les daba la
respuesta, conveniente elegida y manipulada por el sacerdote de turno. Así,
éstos, se enteraban de todos los secretos y sentimientos del pueblo llano. Era
una de las primeras formas de manipulación y engaño, que se han prodigado hasta
nuestros días, en que sigue produciéndose, pero todavía con una dimensión
enormemente mayor.
Se sabía que el giro completo de la luna
alrededor de la tierra duraba 28 días, observando que su disco, iba cambiando
de tamaño. Desde una circunferencia perfecta hasta no verse. Durante este
trayecto podíamos ver las fases o partes visibles de ella. Se dividieron en 4
ciclos llamados:
Luna
llena, o disco completo;
Cuarto
menguante, o ciclo de disminución del
tamaño del disco;
Luna
nueva, no visible;
Cuarto
creciente, o disco visible aumentando
de tamaño. Y así, hasta volver a ser luna llena.
Estos
4 ciclos determinaron la Semana de 7 días, que por 4, hacían los 28 días del
giro completo. Estos 28 días determinaron 1 mes. Teníamos pues una muy buena referencia
para dividir el tiempo en partes bien definidas.
Nota: los espacios de tiempo aludidos, semana, mes, año etc. No eran
exactos, pero se tuvieron que hacer así, por la imposibilidad de tener en
cuenta sus inexactitudes. Ya sabemos que cada determinado número de años, se
hace un reajuste de los relojes mundiales, para tratar de ajustar en lo posible
el tiempo real astronómico, con el cronológico usado por el hombre.
Esquema
Fig.3-8
En
la 2ª esfera estaba El Sol, con su
movimiento diario de Este a Oeste, en relación al observador terrestre,
reproduciendo los días y las noches, así como
los años y estaciones según veremos luego. Era bien conocido que su órbita era
diferente en las distintas épocas del año. El frío venía cuando el Sol estaba
más bajo en el horizonte (invierno) y el
calor cuando este estaba más alto (verano),
alternándose este fenómeno periódicamente y de forma continua a lo largo
del año. Se creía, no sin lógica, que la época calurosa se debía a que el Sol
se encontraba más cerca de La Tierra, calentándola por tanto más y la época
fría se debía a su mayor lejanía, calentándola por ello menos. Siglos después
se sabría que esto no era así, sino todo lo contrario. No obstante, si se
pensaba que el sol giraba alrededor de la tierra en órbitas circulares,
deberíamos pensar que lo hacía en distintos círculos según la época (Verano o
invierno). Es decir, con un radio menor en verano y uno mayor en invierno. De
lo contrario, la lógica nos diría que invierno y verano serían iguales. No
habría estaciones.
Vamos
en la figura 3-9 una sencilla
posible explicación del fenómeno de las estaciones del año.
La
innegable importancia del Sol para la vida, fue motivo suficiente para que
fuera considerado un verdadero dios. Dios del calor y de la vida. Tubo
distintos nombres según las culturas. “RA”, “ATÖN” en la egipcia. HELIOS, en la
griega. Hijo de Zeus, quien era el padre de todos los dioses.
En
la 3ª esfera estaban los cuerpos que
no tenían una trayectoria regular y definida. Se les llamó “Planetas”
(Errantes) cuyo movimiento irregular fue el gran quebradero de cabeza de los
astrónomos, pues se movían unas veces a derechas y otras a izquierdas.
La
Teoría “Geo-Helio Céntrica” de Tycho Brahe dio
explicación a este fenómeno. Dicha teoría fue plagiada por Tycho descaradamente
y bajo engaño, del alemán Paul Wittich.
La
recordamos aquí del tema 3-1 - Fig 3-1
La
nueva teoría Helio-céntrica de Copérnico/Kepler, lo explicaría con claridad.
(Los tres eminentes astrónomos citados, fueron coetáneos).
Ya
mucho antes, como ya expusimos en tema-2-3, Ptolomeo dio una explicación de
este hecho bastante plausible, con su teoría de los epiciclos. Tanto, que es la
que prevaleció hasta los siglos XVI y XVII.
La
recordamos aquí: Fig. 2-7
En
esta ingeniosa teoría, los planetas giraban alrededor de unos hipotéticos centros,
realizando circunvalaciones que hacía verlos ir tanto a derechas como a
izquierdas. A la vez, estos centros lo giraban alrededor de la tierra.
Los
planetas conocidos entonces eran 5: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
Los demás fueron descubiertos siglos después. Su observación era posible por la
luz reflejada del sol. No tenían luz propia. Cada uno de ellos, fue asociado a
una deidad, con sus poderes particulares. Todavía no existía el concepto monoteísta
o de Dios único. Mercurio representaba la sabiduría, la
fogosidad y la lascivia. Mesajero de Zeus, su padre. Venus era la belleza, por su luminosidad, representada por su
hija Afrodita, diosa del amor. La Tierra, madre de todos los dioses. Se le llamó Gaia, o ser con
vida propia. También se llamó Pangea que significa continente único. Marte, o planeta
rojo, dios de la guerra. Júpiter, por su tamaño, fue asociado al mismísimo Zeus, o dios
máximo. Saturno o Cronos. Dueño del tiempo y por tanto del paso de la
vida hasta su destrucción. Se le consideraba el devorador de sus propios hijos
En la 4ª Esfera estaban los objetos de movimiento lento y extraordinariamente lejanos, llamados Estrellas, (stelle-estelar etc.) que tenían luz propia y formaban grupos, más o menos densos llamados “Constelaciones”. Esta esfera constituye la cúpula celeste. Pronto observaron nuestros ancestros, que determinados grupos de estrellas, formaban figuras que nos recordaban cosas terrestres de nuestra vida habitual. Esta circunstancia, confería una gran importancia a nuestra ubicación terrestre en relación al cielo. Dado que desde nuestra perspectiva terrestre, veíamos a estas figuras girar en torno a la tierra a lo largo del tiempo, hasta desaparecer y volver a aparecer de nuevo. Y así ciclo tras ciclo. Este tiempo determinaba una unidad de medida temporal: Un “año”. Transcurrido éste, volvíamos a tener las mismas figuras, constelaciones, a la vista. A cada una de estas constelaciones se les asignó el nombre de la figura que nos sugería y que constituyeron lo que se llamó “Signos Zodiacales” o popularmente “El Zodiaco”. El primer grupo que se definió en la antigüedad, lo constituían 12 constelaciones a las que se les dio un nombre concreto, según la figura que representaban.
Estas
12 constelaciones estaban repartidas en la gran esfera del cielo,
aproximadamente a distancias de 1/12 (un doceavo) de la circunferencia completa
de la cúpula estelar. Ya teníamos una referencia para dividir una vuelta completa,
o año, en 12 partes que serían los meses. Hoy son 12 meses, pro no siempre fue
así. Los romanos por ejemplo, al principio del imperio, dividían el año en 10
meses. Luego añadieron dos más, que son los que perduran en la actualidad.
Tengamos en cuenta que las divisiones de los ciclos estelares fueron
aleatorias, según civilizaciones, hasta llegar a los calendarios actuales. De
todas formas un año seguía siendo un año y un día seguía siendo un día. Veamos
un simple esquema que nos da una comprensión, aunque somera, sobre lo dicho.
Fig.3-10
Los
12 signos del zodiaco nos determinan pues, 12 espacios de tiempo que conforman
1 año. Esto es así porque vemos que si enfrente de nuestra observación a la
misma hora de cada noche vemos Aries, éste se irá desplazando poco a poco hacia
el Oeste a lo largo de los días. Cada día
irá entrando en nuestro campo visual Tauro y luego Géminis…y así
sucesivamente hasta que Aries desaparezca de nuestra visión y vuelva a aparecer
por el este, transcurrido medio año (ciclo repetitivo). Cuando lo tengamos de
nuevo en frente de nuestro campo de observación, habrá transcurrido un período
que hoy designamos como 1 año. Así podremos
perfectamente configurar un mapa de 1/12 partes del año, es dcir, 12 meses, en
cada uno de los cuales tendremos delante de nuestro campo de visión una
Constelación diferente. (Los meses, en realidad, no serán iguales, ya que
tampoco las distancias angulares de las Constelaciones lo son).
NOTA: Nada en la naturaleza se mueve con parámetros exactos, según
nuestras actuales matemáticas. Quizá exista una matemática universal, que
coincida más con las medidas y ciclos del universo. Sería interesante encontrar
esta matemática astronómicamente exacta.
Las
estrellas que conformaban estas figuras zodiacales, hoy sabemos que no
pertenecen al mismo sistema estelar (Galaxia). No tienen relación unas con
otras. Son proyecciones de nuestro campo visual sobre el fondo obscuro y fijo
del Cielo. Son figuras caprichosas y
llamativas, que parecen estar ligadas entre sí, pero pertenecientes a sistemas estelares
completamente diferentes.
En
la figura anterior 3-10, vemos los nombres de las 12 constelaciones. Explicamos
a continuación, las figuras que representaban.
Estas
eran:
ARIES: Forma de cabeza de carnero.
TAURO:
Cabeza de toro.
GÉMINIS: Gemelos.
CÁNCER: Figura de cangrejo.
LEO: Figura de león. VIRGO: Joven dama con espiga en mano LIBRA:
Forma de balanza.
ESCORPIO: Forma de escorpión.
SAGITARIO: Centauro, mitad hombre, mitad caballo. CAPRICORNIO:
Figura de cabra montesa. ACUARIO:
Hombre vertiendo el agua de un cántaro. PISCIS:
Dos peces atados por la cola.
Hoy,
estas figuras son sensiblemente diferentes a las de la antigüedad, pues sabemos
ya mucho sobre los desplazamientos relativos de estas estrellas. Aún así, las
seguimos conservando como referencias. Dichas referencias celestes dieron lugar
a un conocimiento empírico (basado en la observación-no científica-) llamado
“Astrología”. Según nuestras fechas de nacimiento u otros aspectos de nuestra
vida, se podían sacar conclusiones respecto a nuestro carácter, porvenir y mucho
más. Era un pozo de conocimiento sobre nosotros mismos, como personas y de los
acontecimientos del mundo. En cierto modo era una fuente de conocimiento
predictivo. Todavía y cada vez más, se apela a la astrología para conformar
nuestros “horóscopos” o predicciones sobre nuestro destino.
Estas
observaciones de los astrólogos, ayudaron de forma determinante al nacimiento
de la “Astronomía” como ciencia (Observación + teoría).
Con el tiempo, se
fueron añadiendo otros conjuntos de figuras o constelaciones, como: Casiopea;
Pegaso; Las Pléyades o siete hermanas, Las Osas, mayor y menor; Orión etc. Posteriormente, se descubriría, que las estrellas lejanas, eran en
realidad cúmulos de millones de millones de estrellas que formaban conjuntos
propios que se llamaron Galaxias. El Universo se iba expandiendo más y más,
cuanto más lejos podíamos observarlo.
Volvemos
a nuestras 12 constelaciones del Zodiaco.
A
pesar de que esta forma de medir el año en 12 partes (meses actuales), cada
civilización a lo largo de la historia, ha medido los años, meses etc. de muy
distintas maneras. Los años o meses no eran iguales en unas civilizaciones que
en otras.
EJEMPLO:
Los Romanos tenían 10 meses:
ENERO: Dedicado
al dios JANO, representado por una cabeza con dos caras opuestas una a otra. La
una miraba al año pasado (hacia atrás) y la otra al venidero (hacia adelante).
También significaba la doble cara de la vida y la transición de un estado a
otro en los aconteceres cotidianos.
FEBRERO:
Viene de februarium, o purificación, palabra que procede del latín
FEBRUO= purificar. El él, se celebraba la fiesta de la FEBRUA que eran unas
tiras de cuero con las que se flagelaba a los penitentes para su purificación,
especialmente a las mujeres, pues se creía que esto aumentaba su fertilidad.
MARZO: De
latín MARCIUS = MARTE, dios romano de la guerra, al cual consagraron dicho mes.
ABRIL: Del latín APRIRE = ABRIR, ya que en él, la
tierra empieza a abrirse y florecer, proporcionándonos los alimentos necesarios
para vivir.
MAYO: De la diosa MAIA, la menor de la 7
hermanas PLÉYADES (Grupo de estrellas visibles a simple vista), hija de ATLAS y
madre de HÉRCULES. En este mes se celebraban fiestas secretas en las que solo
participaban mujeres y era dedicado a la fertilidad y la maternidad al igual
que la tierra lo era en este fértil mes.
JUNIO: Mes
de la diosa JUNO esposa de Júpiter. Representaba La maternidad y el matrimonio.
Era la protectora de los novios, matrimonios, embarazos, partos y todo lo
relacionado con la reproducción de la especie humana y la armonía de la
familia.
SEPTIEMBRE: Del
latín Sptem = 7. Era el mes séptimo del año. (Ahora es el 9º).
OCTUBRE: Procede del latín Octo =8= Octavo mes del año.(Ahora
es el 10º).
NOVIEMBRE: Del
latín Novem = 9 = Noveno mes del año. (Ahora es el 11º).
DICIEMBRE: Del
Latín Decem = 10 = Décimo mes del año. (Ahora es el 12º).
¿Por
qué ahora tenemos 12 meses?:
JULIO: Lo añadió Julio
César, quizá el más grande emperador romano, para su gloria y recuerdo.
AGOSTO: Lo
añadió César Augusto, sucesor del anterior y para no ser menos. Así quedo el año de 12 meses que
ha permanecido hasta la actualidad.
JULIO:
Lo añadió “JULIO César el más grande emperador romano, para su gloria y
recuerdo.
AGOSTO:
Lo añadió “Cesar AUGUSTO” para no ser menos, y así quedo el año de 12
meses hasta la actualidad.
Fin
del Tema 3-3 del: ensayocosmologico.blospot.com
bayodjose@gmail.com - Entrada blog nº 16
No hay comentarios:
Publicar un comentario