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nº 15 de blog
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1–Tema 3 Apdº 2 POSICIONES Y MOVIMIENTOS REALES Y APARENTES DE LOS OBJETOS Y ESTRELLAS
Veamos
otro serio problema con el que TYCHO BRAHE y otros escrutadores del universo se
enfrentaron:
Si
observamos una estrella a lo largo de un año (o medio año) se percibe
claramente que dicha estrella no se ve sobre el fondo de la Esfera de Estrellas
fijas en la misma posición. Este fenómeno no les pasó desapercibido a los
observadores como Tycho. Pero ¿Como era esto posible? Esta Esfera se creía
compacta, por tanto, las estrellas estaban inmóviles en ella. Entonces ¿se
movían o no? Si era cierto que se movían, se derrumbaba el esquema de las
Esferas Fijas. Si no se movían ¿Cómo se explicaba el fenómeno anteriormente
descrito?
Más
adelante veremos que esto se debe a un efecto visual, que es posible apreciarlo
desde La Tierra, si la estrella observada está lo suficientemente cercana como
para poder medir el ángulo de visión. No es posible observarlo en estrellas
lejanas, ya que el ángulo visual es tan ínfimo, que se necesitarían aparatos
extraordinariamente sensibles para percibirlo. N obstante no deja de producirse.
Podemos deducir de esto, que algo no cuadra. Si unas estrellas están cerca y
otras muy lejos, o bien la esfera es enormemente ancha o no existe, en cuyo
caso las estrellas estarían repartidas por todo el universo.
Para
resolver este nuevo enigma, manteniendo el esquema admitido hasta ahora de la
esfera de estrellas fijas, debemos entender cómo funciona nuestra visión al
contemplar imágenes y cómo éstas varían de posición (posiciones aparentes)
según el ángulo y situación con que se contemplan. Veámoslo en la siguiente
figura:
Figura
3-3
Si
el observador está delante de una pantalla, pared o fondo cualquiera y entre
medio de ambos, hay un objeto, como ocurre en la vida ordinaria (En este caso
una flecha pequeña y otra más grande), el observador las ve proyectado sobre la
pantalla o fondo, como si estuviera dibujado sobre ella (objetos aparentes. La
flecha marrón o la azul) y además las vemos del mismo tamaño relativo al fondo,
a pesar de ser ambos de distinto tamaño. Esto se comprende bien si ponemos un
palito delante de los ojos, vemos éste nos tapa toda una parte mucho más alta
de la pared de enfrente. Solo la experiencia cotidiana hace que no nos
percatemos de este fenómeno. Si nos colocamos a la izquierda del objeto éste lo
vemos proyectado a la derecha de la pantalla (objeto aparente marrón). Si lo
hacemos a la derecha lo veremos proyectado a la izquierda (Objeto aparente
azul). Y si nos movemos de izquierda a derecha, el objeto se mueve de derecha a izquierda con respecto a la
pantalla, (movimiento aparente de la flecha marrón a la azul), pues el objeto
real y la pantalla no se mueven (están fijos). El fenómeno es reversible. Si es
el observador el que permanece inmóvil, pero lo hacen la pantalla y el objeto,
ambos a la vez, sin movimiento relativo de uno respecto al otro, sucede
exactamente lo mismo.
Ocurre
que la vista percibe ángulos, pero el tamaño real del objeto depende de la
distancia a la que estemos. Pude ser pequeño y estar muy cerca o grande y estar
lejano y verlos de tamaño aparentemente igual, sobre el fondo. Si no sabemos el
tamaño real, no sabremos la distancia y viceversa. Podemos calcularlo
someramente de acuerdo con nuestra experiencia, pero geométricamente no es
posible.
Nota:
Los colores usados en el dibujo, son solo para distinguir las figuras
aparentes. No significan color, pues éste será el del objeto que observemos. Si
es verde, lo veremos verde etc.
Pues
esto mismo ocurre si vemos las estrellas o cualquier objeto en el cielo.
Veamos
la Fig 3-4 y reflexionemos sobre ella:
Vemos
ahora el mismo fenómeno aplicado a la observación de Las Estrellas. En el
ejemplo que utilizaremos en la fig.3-4, la estrella observada se ve proyectada
sobre el fondo de la “Supuesta Esfera de Las Estrellas fijas”. Pero su posición
depende del punto de observación: A ó B.
De
ello podemos deducir que:
a)
O bien la estrella se mueve en la esfera, lo cual no es posible de acuerdo con
la teoría de La Esfera rígida de Estrellas fijas.
b)
O bien la estrella, se encuentra fuera de ella, lo cual tampoco es posible
según la misma teoría, pues afirma que todas las estrellas están en dicha
esfera.
Conclusión: La Teoría de la Esfera rígida de estrellas fijas no puede ser
cierta. Luego dicha esfera no existe. Hemos destruido un mito.
NOTA: Se podría objetar también, que Los Planetas
Errantes se ven proyectados sobre dicha Esfera, por tanto podría argüirse que
pueden estar dentro de ésta, pero ello no es posible, ya que es perfectamente
observable desde la tierra, que se mueven sensiblemente respecto a ella en
periodos cortos de tiempo y desde el mismo punto de observación en estos distintos
períodos de tiempo. Por tanto tienen que estar en otra Esfera Móvil, como ya
hemos indicado con anterioridad. De momento, la teoría de las esferas de los
planetas se sostiene.
Volvemos a la observación de las estrellas
Los
observadores de este tiempo, estando fijos en un punto de La Tierra, considerada
ésta fija en el espacio, verían la Esfera del cielo girando a su alrededor, día
tras día y mes tras mes hasta completar una circunvalación completa de ésta (1
año). Podríamos medir la distancia de una estrella, intercambiando datos con
otros observadores situados en distintos puntos del mapa terrestre (En el
dibujo 3-4: Punto A y punto B) en la misma fecha y hora. Esto no presentaba inconveniente en aquellos
tiempos en que en La Tierra ya se podían medir muy bien las Latitudes y Longitudes de cualquier punto de ella. El gran inconveniente era que,
dadas las enorme distancia de las estrellas, el ángulo que se podía medir era,
según este método, demasiado pequeño para los aparatos de entonces.
Por ello, las distancias de la figura anterior
3-4 eran sencillamente imposibles de
medir. Pero Tycho y otros geocentristas como él, midieron algunas.
Entonces: ¿Cómo Tycho y otros, midieron algunas distancias si no parecía posible
hacerlo?” Por supuesto, que dichas
mediciones, que parecían perfectas, no lo eran.
Veamos por qué.
En
este tiempo, se produjo una gran revolución científica, que ni Tycho ni otros
muchos querían admitir. Copérnico y otros, afirmaron que la Tierra no estaba
fija, sino que giraba en órbitas circulares alrededor del sol. A esta órbita se
le llamó “eclíptica”. También los planetas giraban alrededor del Sol y no
alrededor de la tierra.
Teníamos
pues un nuevo modelo de Universo, que tardó mucho tiempo en ser aceptado y que
incluso costó la vida o el oprobio de los que así lo admitían. Para ellos, el
sistema de Ptolomeo, seguía siendo el
modelo perfecto.
Veámoslo
en la Fig: 3-4a
Fig.3-4a
La eclíptica era enormemente más amplia que las medidas terrestres. Siendo así, ya era posible medir el ángulo de una determinada estrella desde distancias mucho más grandes con los aparatos de entonces, Ya podíamos tener un ángulo de observación suficiente para ser medido. Aun así, esto solo era, entonces, posible con las estrellas más cercanas a La Tierra. Iremos aclarando todo esto en las sucesivas imágenes. Para ello debemos comprender el término “Paralaje”, ya desarrollado por Tycho y aplicado, pero solo a la medida de astros cercanos (Luna-Sol-Planetas y estrellas muy cercanas). Tycho hacía los cálculos, basándose en ángulos y distancias terrestres, considerando la tierra fija. Esto era lo que creía, pero en realidad estaba midiendo distancias orbitales, sin saberlo.
Paralaje de una estrella (o astro) es el
ángulo que medimos observando la estrella (o astro) con respecto a la
horizontal terrestre. Cualquier
distancia medida en la tierra era considerablemente inferior a
cualquiera tomada en la eclíptica. La
Tierra tiene 12.742 Km de diámetro. El de su órbita es de unos 300.000 Km. Las
diferencias de obsrvación eran pues muy notables, dando lugar a los errores
antedichos.
Veámoslo en la Fig.: 3-5
Hechos los complejos cálculos que el tema requería, resultaba que, las
distancias medidas por Tycho y los geocentristas, eran 40.000 veces más pequeñas
que las calculadas respecto a una tierra en órbita. Tycho Brahe, nunca quiso
admitir que el nuevo Universo (coperniquiano-heliocentrista) era 40.000 veces
mayor que el suyo.
Para darnos una somera idea de ello, superponemos ambos casos en una
misma figura. Se trata de un simple esquema, no riguroso, que nos ayuda a
entender este fenómeno.
Veamos la Figura: 3-6
En esta figura vemos como varía la distancia de la misma estrella, según
se considere la tierra fija en el universo, o en órbita, tal como sucede,
alrededor del sol.
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